martes, 16 de junio de 2009

Milagro Japonés

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la economía japonesa se encontraba en serios problemas: la producción había disminuido, los alimentos escaseaban, la desocupación afectaba a millones de personas, la inflación crecía aceleradamente y las pérdidas materiales representaban una cuarta parte de la riqueza del país. Sin embargo, en tan solo tres décadas la economía nipona logró recuperarse y expandirse hasta llegar a ser la segunda potencia económica mundial, provocando la admiración del resto de los países que denominaron a este proceso "el milagro japonés". Entre 1950 y 1970 los índices de producción manufacturera e industrial se duplicaron cada cinco años, mientras que en ese mismo período la economía se expandió 55 veces. Durante la década del 60 la tasa anual de crecimiento económico de Japón fue de 11,1%, superando ampliamente a las potencias económicas occidentales de mayor importancia. Francia contaba con una tasa de crecimiento anual de 5,8%, Alemania Occidental de 4,8%, y Estados Unidos de 4,1%.



¿Cómo puede explicarse este crecimiento económico ultrarrápido experimentado por Japón? Algunos señalan que la respuesta debe buscarse en la propia cultura nipona, en la laboriosidad de los japoneses y su inclinación al ahorro. Para otros fue más importante el trabajo de los economistas en la elaboración de un programa de reconstrucción económica. Sin embargo, hay tres factores que sirvieron de base para el resurgimiento del capitalismo en Japón. En primer lugar, la aprobación y el apoyo económico y político de Estados Unidos a la recuperación económica. En segundo lugar la alianza entre el Estado japonés y los intereses de los grandes grupos de poder económico. Y como derivación del accionar de los elementos anteriores, el debilitamiento de los sindicatos obreros combativos, precondición necesaria para la implantación de nuevas técnicas de producción y de organización del trabajo que permitieron elevar la productividad y aumentar la explotación de los trabajadores.



La ayuda norteamericana.



Durante la ocupación militar de Japón por la Comandancia Suprema de las Potencias Aliadas, Estados Unidos encontró provechoso favorecer el desarrollo económico nipón. Esto significaba un nuevo mercado para mercancías norteamericanas, como productos agrícolas, petróleo, bajo el control de grandes compañías estadounidenses, y productos manufacturados. Mayor importancia revestía la posibilidad de fomentar, en la periferia del continente asiático, una economía capitalista próspera que sirviera de barrera a la amenaza del comunismo. Estados Unidos impulsó un programa de extrema austeridad, conocido como Plan Dodge (1949), que tenía por objetivo poner fin a la inflación mediante el equilibrio del presupuesto del Estado y el aumento de los impuestos. La ayuda norteamericana se materializó en la introducción de tecnología de avanzada y capitales, y en el impulso al comercio japonés en el sudeste asiático. Estados Unidos auspició tratados de reparación, en los cuales Japón se comprometía a proveer de artículos y servicios a los países que anteriormente había ocupado, entre ellos Birmania, Filipinas e Indonesia.



La burguesía japonesa, con el objetivo de reconstruir su poderío económico, creyó conveniente establecer una alianza política y militar con Estados Unidos, el gobierno de este país apoyó el establecimiento de una democracia liberal en Japón. Instalado el Partido Demócrata Liberal en el gobierno, éste se transformaría en el vocero de los intereses económicos de la burguesía nipona. A cambio, el gobierno estadounidense recibió el derecho a utilizar militarmente Japón durante la Guerra Fría, por lo cual se estableció en Okinawa la base militar más importante de Estados Unidos en el exterior.



En 1951 se firmó el Tratado de San Francisco, que puso fin a la ocupación norteamericana. Al mismo tiempo, se estableció una alianza militar y económica entre Japón y Estados Unidos, que permitiría al gobierno norteamericano influir ampliamente en las relaciones de Japón con el resto del mundo.

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